El paseo por los acantilados, recorriendo todos sus barrancos con la Costa Blanca hasta el Faro de Santa Pola, es uno de los recorridos más impresionantes de la costa de Alicante. Sin embargo, nosotros te proponemos disfrutar de la magnificencia de la naturaleza desde un punto de vista único: el mar.

Esta es nuestra propuesta de ruta por la zona de Santa Pola, pasando por sus impresionantes acantilados hasta llegar al legendario faro de la zona.

Desde dónde salir para llegar hasta el Faro de Santa Pola

La forma más rápida de llegar hasta el faro es desde el municipio de Santa Pola, haciendo todo el recorrido de sur a norte siguiendo la línea de la costa hasta llegar a nuestro destino. Desde el mar podremos disfrutar de la magnificencia de los acantilados en todo su esplendor y de varias de las construcciones que se encuentran diseminadas a lo largo de la ruta.

Si nos encontramos en Alicante y queremos empezar la ruta desde el norte, primero nos encontraremos con el faro y podremos seguir dirección sur hacia Santa Pola y hacer el recorrido inverso con respecto a la primera opción.

Qué ver en el recorrido

Aunque no es una ruta demasiado larga para realizar en barco, cuenta con multitud de puntos de interés que merecen la pena un vistazo desde la comodidad de nuestro barco. Una vez acabada la ruta, recomendamos parar en el municipio de Santa Pola y disfrutar de sus muchos encantos tanto culinarios como culturales.


El Mirador

Desde este lugar se puede divisar perfectamente la Isla de Tabarca y si tenemos suerte y el día es propicio, también podremos ver fácilmente la Isla Grosa, el Cabo de Cerevera o el Peñón de Ifach.

Lo que más llama la atención del lugar es la enorme pasarela que queda suspendida en el aire por encima de los acantilados de Santa Pola. Desde el mar podremos admirar su magnificencia en todo su esplendor.


El faro

Aunque esta edificación y su función como faro se remontan al siglo XIX, antes se erigía en este mismo lugar la Torre de la Atalayola del 1552, construida como torre de vigilancia del litoral alicantino.

El faro como tal se habilitó en 1858 y se localiza en el punto más elevado del Cabo de Santa Pola. Gracias a su privilegiada posición, es capaz de alcanzar una distancia de hasta 16 millas. Al lado de la torre de 15 metros de alto encontraremos una segunda edificación que en el pasado, hacía las veces de casa del farero.


Defensas antiaéreas de la Guerra Civil

La ruta que discurre por los acantilados hasta el faro encierra algún que otro secreto que logrará sorprender a los amantes más acérrimos de la historia.

Por la situación estratégica de esta zona, durante la guerra civil española se instalaron aquí varios sistemas de defensa antiaéreos. Entre sus enclaves más llamativos podemos distinguir un búnker, galerías, dos baterías de costa y diversas baterías antiaéreas.


Santa Pola

El municipio de Santa Pola también merece mucho la pena una vez hayamos completado nuestra ruta náutica y queramos atracar para reponer fuerzas en esta pintoresca urbe de la costa alicantina.

Entre sus puntos de interés más destacados encontramos el Paseo Marítimo, repleto de bares y restaurantes, el magnífico Castillo de Santa Pola o las antiguas casas romanas que se encuentran sorprendentemente bien conservadas en el Parque del Palmeral.

Los que quieran conocer un poco más acerca de la fauna de la zona, encontrarán especialmente interesante el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, un espacio protegido para las aves con más de 2470 hectáreas y numerosas especies, como por ejemplo, los flamencos.

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