¿Te imaginas poder visitar la legendaria Isla de Tabarca a tu aire, sin prisas y con tu propio barco? En este post te contamos cómo hacer una de las rutas de navegación más clásicas (y con más encanto) desde el puerto de Alicante.
Historia de la Isla de Tabarca
¿Conoces algo acerca de la historia de esta isla? De hecho, te encuentras ante la única isla de toda la Comunitat Valenciana que está habitada. ¡Sí, cómo lo oyes!
Su origen se remonta a nada más ni nada menos que la época romana, pues todavía se encuentran algunos restos que evidencian que ahí existía una población ya por aquellos tiempos.
Debido a su localización estratégica, la isla fue durante muchos años escondite de piratas y corsarios argelinos durante el siglo XV.
Pero su historia y el nombre que conocemos hoy en día tienen su nacimiento en 1769, cuando Carlos III repobló la isla con una pequeña población de 296 habitantes de una isla tunecina llamada Tabarka. Se construyó una fortificación para evitar los ataques de los piratas, y la isla se rebautizó bajo el nombre de ‘Nueva Tabarca’.
Cómo llegar a la Isla de Tabarca en barco
Para navegar hasta la Isla de Tabarca podemos hacerlo desde Alicante o desde Santa Pola. En el segundo caso, la ruta nos llevará mucho menos tiempo, ya que la isla se encuentra justo enfrente de la zona de Santa Pola.
Qué ver y hacer en la Isla de Tabarca
Estamos seguros de que esta pequeña isla te sorprenderá, pues a pesar de sus reducidas dimensiones, cuenta con varios monumentos históricos para visitar. Además de las visitas culturales de rigor, Tabarca encierra un montón de encantos naturales y otras actividades que merecen mucho la pena.
Aquí tienes una selección de todo lo que puedes ver y hacer durante tu travesía a la Isla de Tabarca:
1. Hacer snorkel en sus calas: al ser una isla en donde los fondos marinos de roca y los acantilados abundan, es un buen lugar si queremos practicar snorkel ya que es bastante probable que veamos mucha fauna marina. Nosotros te recomendamos que te acerques con tu barco a la Cala de la Mina, la Cala Galera o la Cala del Francés para disfrutar del buceo en todo su esplendor.
2. Recorrer sus murallas desde el mar: tal y como te hemos comentado, la Isla de Tabarca se fortificó en el siglo XVIII por orden de Carlos III, después de que los tabarquinos repoblaran el lugar. Hoy en día estas murallas todavía se pueden ver desde el mar, prácticamente alrededor de toda la isla.
3. Acercarse hasta la Isla de La Galera: se trata de una pequeña isla situada muy cerca de Tabarca. Tiene una orografía particular y aunque no destaca especialmente por ser llamativa, sí que es bastante frecuentada por buceadores y aficionados al snorkel.
4. Ver el faro de Tabarca: como buena isla habitada que se precie, Tabarca también puede presumir de tener su propio faro. Este se encuentra en funcionamiento desde el año 1854 y actualmente se ha convertido en un laboratorio biológico de la reserva marina. Aunque está un poco metido en tierra, se puede vislumbrar perfectamente desde el mar si tenemos buena vista.
5. Atisbar la Casa del Francés en su litoral: la historia de esta pequeña edificación cuenta que un francés que visitó la isla, se enamoró del lugar y decidió quedarse a vivir allí. Construyó una casa junto al mar y se quedó hasta el final de sus días. Es una de las más pintorescas y fotogénicas de toda la isla, y lo mejor de todo; puede verse desde el mar ya que se ubica en el filo de un acantilado.
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